Oigo lobos aullar tras las montañas, interesados testigos de mi muerte. Rondan mi cabaña desde hace tres noches. Ellos huelen mi ocaso como a un bistec y yo siento su presencia como la de un fantasma. No tardaré mucho en morir, ha pasado ya cinco días desde mi última comida. No me permiten salir, sería el fin, pero, ¿dónde iría? Un bosque de manto blanco me circunda. Cuando llegué, todo era verde y vital, ahora todo es blanco y fantasmagórico. Espero a mi destino bebiendo aguardiente, es lo único que hay en esta maldita cabaña. Al menos así me mantengo caliente.
Ayer tomé una decisión, combatiré, no tengo nada que perder, ¡será una batalla memorable! Un hombre contra su ancestral enemigo, el lobo.
Ya ha llegado la noche, he esparcido todo el aguardiente que me quedaba formando un gran círculo. Ahora solo debo atraerlos hacia mi, dentro del circulo, el resto será fácil. Ya les oigo correr, parecen muchos al menos doce, sus siluetas se acercan y sus jadeos llenan la noche. ¡Ya están aquí! ¡Arded desgraciados! Saltaré la barrera de fuego y mañana tendré una buena comida.
Henchido de orgullo saltó las llamas, pero un quemazón le desgarro de dolor, sus pies ardían, pero aún así siguió corriendo hacia el interior del bosque, dejando tras de si tan solo un grito. Mis pies de fuego! ¡Mis pies de fuego!.
Lord Arthur
Henchido de orgullo saltó las llamas, pero un quemazón le desgarro de dolor, sus pies ardían, pero aún así siguió corriendo hacia el interior del bosque, dejando tras de si tan solo un grito. Mis pies de fuego! ¡Mis pies de fuego!.
Lord Arthur
Xeta Herald Tribune: Otra gota de desesperación en esta amarga infusión que es la vida. Gracias Lord Arthur
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